El viento me despierta y floto. Viento, bumerán de tristezas y alegrías. Oscilas entre mi pelo, no existen palabras. Un sonido abstracto invita al silencio, me simplificas. Dando vueltas acaricias, conviertes las horas serenas y tiernas. Los girasoles y flores mirando al sol, mientras les haces bailar al mismo compás. Colores vienen y van como bumerán, me acercas a estrellas fugaces hablándome con esa voz que nada dice. Si eres música que arropa corazones, ven siéntate conmigo a la orilla del río. Eres conductor de la memoria: recuerdo y olvido. Vas llevando más allá de los dioses lo vivido, como bumerán alejas lágrimas y sonrisas. Portea pétalos y perfumes a mis sentidos. Los demonios escondes y los sueños florecen.
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