El universo me cuenta que la voz de la tristeza era la lluvia y que cada lágrima fue a formar el mar. El sol era una margarita que esperando a la luna un día se deshojó. Y que el atardecer es el sol que marchita. Todos los colores de la noche se los robó la tierra en el big bang de un cometa. Y triste quedó la noche azul. Final excéntrico para algunas estrellas, pues nosotros, cenizas de ellas.
Y eso me contaba mientras buscaba el cielo entre tanta niebla ni la cima de esta ciudad columbraba. Que en el horizonte estaban tus besos, eso me susurraba el viento, grito invisible de la luna, cuando el día se acercaba a la orilla. Ahora se despide la jornada en la ventana y lento nos llueven momentos. Nos dibuja el aroma del invierno en mi cama abrazados y en un beso nuestra es madrugada y mañana. Sobre tu universo yo duermo y con tu latir de viaje.
Y eso me contaba mientras buscaba el cielo entre tanta niebla ni la cima de esta ciudad columbraba. Que en el horizonte estaban tus besos, eso me susurraba el viento, grito invisible de la luna, cuando el día se acercaba a la orilla. Ahora se despide la jornada en la ventana y lento nos llueven momentos. Nos dibuja el aroma del invierno en mi cama abrazados y en un beso nuestra es madrugada y mañana. Sobre tu universo yo duermo y con tu latir de viaje.
1 comment:
Entre su rostro juvenil y su huidiza mirada, subyace una de las más prolíferas escritoras, cuya magia para manejar términos y pintar imágenes no cesa. Me encanta leerla.
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