En un silbido escuche a la noche llegar, era su respiro y su latido que con las horas fueron creciendo. Era la noche, oscuridad insoportable. El cielo hace crecer de todo, sentimientos que aumentan los latidos, voz que crece en torbellino, lluvia, de todo hasta color. Y yo hoy queriendo ser azul que el cielo se gastó, renacer del sol, y tan solo soy un verso que se escribió a las dos. Tan sólo un cambio más que sucedió.
El ocaso es un beso que calla los colores de la tierra y da bienvenida a la noche. El rocío es efímero llanto de estrellas que cada noche se apagan. En primavera el viento es caricia a las flores y en otoño es grito que arremolina las hojas. Y yo mirando hacia el techo cazando instantáneas, soñando despierta sobre tu cuerpo volaba cual frágil mariposa y me posaba en tu pelo. Despiértame cuando en tus labios amanezca.
Hoy del sol huyen las nubes como cebras corriendo de las fieras. El invierno ya casi termina y es como bosque en construcción, un jardín que el sol ya mira. Y yo ocupo las ganas de ti escribiendo estas líneas mientras devora pestañas.
El ocaso es un beso que calla los colores de la tierra y da bienvenida a la noche. El rocío es efímero llanto de estrellas que cada noche se apagan. En primavera el viento es caricia a las flores y en otoño es grito que arremolina las hojas. Y yo mirando hacia el techo cazando instantáneas, soñando despierta sobre tu cuerpo volaba cual frágil mariposa y me posaba en tu pelo. Despiértame cuando en tus labios amanezca.
Hoy del sol huyen las nubes como cebras corriendo de las fieras. El invierno ya casi termina y es como bosque en construcción, un jardín que el sol ya mira. Y yo ocupo las ganas de ti escribiendo estas líneas mientras devora pestañas.