Del cerezo nacen rubíes y pescamos estrellas en los mares de la noche. Cielo que de día es amarillo, sol que destella azul y nos da clara sombra. Mediodía de luna, luna que es barco en el que navegamos hacia los planetas. De la duda solo saben las olas. Los desiertos se tragan entera la tristeza y las pesadillas En la arena se amontonan los besos secos esos que se sueñan y no amarran las lenguas. En cada esquina un oasis donde en el agua encontramos tequieros y germina la esperanza. Sonrisas para la buena memoria y el ocaso tejiendo pensamientos.
Nos comemos el
calendario para que nos alcance el tiempo dejando tan solo domingos o nos vamos
al parque a escuchar a alguna banca
historias de primaveras pasadas. Las aves reflejos de las flores en el cielo. Los
jardines vamos encontrando en los siete abriles. El resto del calendario lo conforman noviembres, en el que viento remueve de la piel a los años, libros caen de los árboles y golpean las letras la retina.
Que si te pienso
te me apareces y vamos olvidando lo que significa ausencia. Volvemos para atrás
bailando el ayer y viajamos al mañana volando
entre nubes hechas de papel. El
astro que sale entre el pecho, tu nombre pintado en mis labios, las lágrimas
que riegan los campos de flores.
1 comment:
wouuuu!!! hermosas palabras eso me puso a pensar como será una relación de una pareja de poetas!!.... será algo cósmico plasmado en versos de amores perdidos con sus nombres impregnados en sus almas...(VahT)
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