En mi vida paralela sueño que acaricias mi alma y seduces tú a mis alas. ¿Cuánto tiempo tardaremos para reconocernos y ver amanecer? Una vez me miras y estamos bien. Todas las preguntas la transpiran mis paredes. Espero que la pasión no me abandone y no perder el sentido de seguir buscando ese sentimiento.
En mi vida paralela me perdí en la noche de tu desnudez. En rojo está el latir y mi cama es para dos. En nuestro nido crecen sonrisas. Qué gesten los colores de cada estación de nuestra piel. Tú despiertas mi voz que va hundiéndose en el azul. Pones nombre a mi sed.
En mi vida paralela sueño que el sol germina nuestro amor y no se orienta hacia el olvido. Abre el corazón refleja los rayos de alegría y polvo los suspiros. Carnaval hacen mis sentidos cuando las nubes devoran la distancia y mi alma satisfaces. Y nuestros labios ansían juegos cuando el resplandor se pinta en nuestros litorales.
En tu vida paralela ves crecer el fuego que se abre al sol en cada beso que doy a tus palabras y tus días. Todas mis mariposas se pintan de caricias y van a tu jardín. Regalo voz al canto encendido que baila bajo tintas en papel. ¿Cuándo termina el conteo de los soles que se apagan mientras tú no estás?
En tu vida paralela sueñas que toma forma mi rostro, mi universo rojo se desnuda y no envejece la luna. Se pintan los parpados de polvo de estrellas, cuelga el resplandor entre las pestañas. Tú buscas el control de la luz sobre mi cuerpo y nos internamos en fragmentos que nos dejan los días.
En tu vida paralela deseas que se pierda la soledad en otros rincones y no oscurezcan tus besos entre las almohadas. Espuma se hacen las tristezas y se tejen en colores con tacto y movimiento todo el juego de imágenes nocturnas que te embriagan cada noche. Dibujo la rima en los trenes sobre tus labios.
En nuestras vidas paralelas somos obras inconclusas, himnos de latidos, estallido de palabras de un lenguaje pendiente por descifrar. En nuestras ramas cuelgan emociones aladas y sueños de color dejadas por el rocío. Se hacen noche los días y descansan nuestras naves que se agotan de buscar.
En nuestras vidas paralelas seguimos siendo verbos que transcurren en silencio, tú y yo somos ciudades distantes dentro de una galaxia. Las manecillas del planeta nos envejecen, en su carrera nos despeina y la brisa se instala en el recuerdo.
No comments:
Post a Comment