Sunday, November 27, 2011

Nada nuevo bajo el cielo

Hoy he despertado viendo el alba asomar y las hojas como marchan hasta que el viento las hace esfumar. Me deslumbro tanto amarillo y un reloj  me regalo segundos para gastar. Todas las hojas se van de cada árbol que habita esta ciudad, como la gente en el circo cuando acaba la función. No hay nuevo bajo el cielo, es solo otra estación.


El viento me viste y desnuda  al compás de latidos que nacen y mueren. Siento unas manos, escucho  voces conocidas en un sueno muy lejano, como un pellizco al corazón. Pero otra vez el sol le dio color y en un beso de nuevo bien rojo latió. En unas calles ensordecen tantas llantas que pisan y pisan en otras baila el silencio que toma forma con las hojas que laten y laten. 


 Ahora el resplandor hace dormir hasta las sombras en el oscuro pavimento.  Camino en puntillas, no quiero despertar al ayer, ni a escombros de un amor. Aunque estos colores que hoy reinan intentan rebobinar las horas. No hay nada nuevo bajo el cielo hoy, solo ante el espejo las marcas quedaron atrapadas en la piel y las emociones sembradas en recuerdos.