Sentada en la esperanza
de volver a contemplar
ese siempre que vi en tus ojos.
Atrapada en el hipnotismo
y esplendor de una mirada
profunda, inmensa...
De tanto en ti yo pienso,
de los días se nublan,
de miedo y ganas me fui cansando.
Llame al viento a mi ventana
y vino a buscarme,
para llevarme
al borde cielo
a donde arde y nace el agua
hasta ese siempre que vi en tus ojos.